El hombre
Ensayo sobre
poema: El hombre (ver en pág. Textos literarios)
Según una filosofía antigua existe un principio que
indica que todo es dual. Todo tiene dos polos, todo tiene un par opuesto.
Así la vida y la muerte, dos polos de este mundo
cohabitan en cada ser.
Algunos dicen que el hombre nace y transita por portales
de oportunidad para su evolución, pero que el camino es de la muerte (hacia la
muerte).
La analogía de una nave en el mar que llega a puerto nos
asemeja a ir navegando los mares de la vida y un día tirar anclas en
el destino fijado.
Un niño nace y hereda los siglos que lo precedieron. Él
tendrá en sus manos, en su rostro la ternura primera. Aunque no tenga una
canción de cuna, ni la caricia protectora, ni el gesto aprobatorio de
bienvenida, él llegará en el viento de sus ancestros, su voluntad se juntará
con voluntades antiguas para cumplir su misión en el recorrido humano.
Estará en el principio decodificando su historia,
entrando y saliendo en una secuencia escalonada donde será el protagonista
narrando las etapas que construyen su vida y la de todos los hombres.
Un hombre existiendo en la tarea de vivir, en la
obstinada certeza de morir.
Hombres todos, casi solos detrás de la utopía dándole
forma al espacio tiempo con su trayectoria ondulada, asimétrica, oscilando como
un péndulo.
Respirar para ser aire, alejar el vacío. Y en el final la
apariencia de la nada que es el todo de haber sido un eslabón latiendo en el
corazón del cosmos.
María Teresa
Castillo
31 enero de 2012